Ahí estoy, con mi familia, en esa balsa, rodeado de tus recuerdos.
Recuerdos que quisiera cocer con el hilo de la vida y tenerte de nuevo con nosotros.
No me gusta pensarte y sentirte fragmentado, como si no existieras.
Antes, te evocaba y ya tenía la certeza de que te encontraríamos en casa con Rosalbita.
No me gusta, ni me gustará tu ausencia, nunca.
Sigo navegando en esa balsa que hace tiempo tu y mamá construyeron para mi
y que desde hace tiempo comparto, amorosamente, con mi familia.
Gracias, porque en momentos tristes sé que has traído el viento para continuar.
Hoy, hace cinco años te convertiste en una ave y partiste al amanecer eterno;
no dejes de poner fichas, algún día todo volverá a estar completo
y te veré en la sombra de un árbol, cantando alegremente mi llegada.
26 de marzo de 2023
Jaime Gómez Castañeda 