
¿Es fácil o difícil escribir un libro?
En lo que a mí respecta, más que tildar como «fácil» o «difícil», se trata de un proceso creativo que implica muchos procesos cognitivos, todos ellos, alimentados por otros procesos germinales que desencadenan una cascada de ideas que hay que disertar y transformar al lenguaje comprensible. Lleva tiempo, bastante tiempo. Por ejemplo, una idea germinal que produce la red cerebral por defecto (red interna neuronal que se encarga del ensamblaje cognitivo) puede acompañarnos durante varios meses, inclusivo años, hasta tomar forma y materializarse en una obra determinada.
¿Qué es lo que hace que esa idea se materialice y la veamos sobre nuestras manos, en forma de libro? La respuesta es: procesos que se alimentan, realimentan de manera compleja en el cerebro, a través de incontables experiencias, como: la lectura de diversas fuentes, el diálogo que genera retroalimentación, la investigación documental como tal y la reflexión consciente e inconsciente (la que hace la red cerebral por defecto sin nuestra voluntad).
Le comparto. Comencé a escribir mi libro CEREBRO PLÁSTICO, cuando estudiaba la licenciatura en psicología, por allá en 1998, específicamente mientras estudiada la asignatura: Lenguaje, cuyos fundamentos teóricos eran del neurocientífico cognitivo y neuropsicólogo ruso Aleksandr Lúriya. Quedé asombrado del poder extraordinario de la corteza cerebral, sus lóbulos, analizadores, etc. Sin darme cuenta del todo, fui tocado intelectualmente, por la neurociencia cognitiva y neuropsicología.
Terminando la licenciatura, estudié Terapia Gestalt. Fue en esta etapa formativa que retomé mi interés por el cerebro al estudiar las materias de: orígenes filosóficos de la Terapia Gestalt, donde descubrí a: Carl Edward Sagan, astrónomo, astrofísico, cosmólogo, astrobiólogo, escritor y divulgador científico y al científico Jacobo Grinberg-Zylberbaum. Leí 3 libros de Sagan y 4 de Grinberg. ¡Me estalló la cabeza! Temas como: el origen del universo, la evolución del homo sapiens, las funciones del cerebro, la teoría sintérgica, atrajeron poderosamente mi atención. Mi cerebro continuó escribiendo CEREBRO PLÁSTICO en mi mente.

Entre 2007 y 2018 seguí nutriendo mi sistema conceptual con diversas lecturas y experiencias, no totalmente perfiladas al estudio del cerebro, pues había que adaptarse a la formación docente del bachillerato y otras responsabilidades. A mediados de 2019 inicié mis estudios de Doctorado, retomando mis intereses científicos con mayor fuerza. El doctorado me formó como un científico humilde que intenta hacer aportes al conocimiento y no como un investigador dueño de la verdad. Entre 2018 y 2020 leí más de 25 libros relacionados con la inteligencia emocional y el cerebro, además de historia y sociología. El doctorado fue un episodio de cascadas sinápticas que terminaron llevándome a al escritorio y escribir, de una vez por todas, CEREBRO PLÁSTICO (2021). Fue tal el impulso bioquímico-creativo experimentado que me alcanzó para escribir: RELATOS DEL CONSULTORIO, donde plasmo mis conocimientos como psicoterapeuta gestalt; entre julio y septiembre, del mismo año, SALUD MENTAL DEL PERSONAL DE LA SALUD EN LA PANDEMIA COVID-19, un acercamiento. Para cerrar el año ya tenía finalizado mi primer poemario SILENCIO Y DESTINO, que sería publicado en enero de 2022, además, el primer borrador de LA CASA DE ABAJO I, que en este marzo 2022 ha sido publicado. Por si fuera poco, en este blog escribí un montón de artículos y produje más de 85 podcasts.
Son increíbles los productos que te da el cerebro cuando los estimulas correctamente. Dice la Doctora Elizabeth Blackburn (premio novel de medicina 2009) y Elissa S. Epel, en La solución de los telómeros (2017), que al día, los seres humanos experimentamos más de 65 mil pasamientos. Te pregunto, ¿acaso más de uno de ellos podría ser una idea germinal que luego pudiera materializarse en un bien, llámese libro, proyecto laboral, educativo, iniciativa altruista, etc.?
Les invito, estimadas y estimados lectores a potenciar su proceso creativo. Todos los cerebros ya son creativos por naturaleza, pero una ayudita extra nos dice que nuestras redes neuronales pueden sorprendernos todavía más. Aprovechemos los más de 3 millones de años de evolución que cargamos en nuestros hombros. Hagamos que valgan la pena.
¿Es fácil o difícil escribir un libro?
Gracias infinitas por seguir las notas que necesitamos para el desarrollo humano.
Hasta la próxima nota del Autor.
¡Qué interesante!
Aquì en España, falta poco para medianoche, y me caigo de sueño
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😩😫😵😴😴😴
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Mñn te cuento
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